CABA
Siguiendo con nuestro ciclo de entrevistas a directores y coordinadores del INET, hablamos con el Licenciado Gustavo Álvarez, coordinador del área de Estudios e Investigaciones.
El área realiza estudios de seguimiento de estudiantes y egresados de Educación Técnico Profesional con el objetivo de detectar problemáticas relacionadas con la falta de terminalidad de los alumnos y diseñar políticas afines:
¿Qué estudios se realizan en el área?
En los últimos 7 años venimos trabajando una línea de investigación que es el Seguimiento de Egresados y en el último tiempo incorporamos el seguimiento de trayectorias educativas de estudiantes de nivel Secundario.
Todos estos estudios complementan los registros que el INET ya tiene: el Registro Federal de Instituciones de Educación Técnico Profesional (RFIETP). La intención es que a través de los mismos se pueda generar información para tomar decisiones de política y para tomar algunas conductas con respecto a la gestión en distintos niveles.
Por ejemplo, a través de Seguimiento de Egresados pudimos conocer que aun los estudiantes que llegaban al último año, se recibían sólo el 60%. De manera que un 40% estaba demandando un acompañamiento para su terminalidad. Efectivamente se hicieron acciones en los últimos años para acompañar la terminalidad.
Dentro de lo mismo, aun cuando quedaba un 40% pendiente de recibirse, estos alumnos seguían haciendo las acciones necesarias para recibirse. Al cabo de 4 años, ese 60% se transforma en un 83% más o menos.
Es decir, se terminaba recibiendo la mayoría…
Sí.
¿Cuál fue la metodología para realizar estos estudios?
En general, estamos utilizando metodología de encuestas estructuradas.
Cuando iniciamos el proyecto de Egresados hicimos un censo: visitamos todas y cada una de las escuelas secundarias de gestión estatal de modalidad Técnico Profesional en todo el país. Así llegamos a unos 45 mil jóvenes.
Luego hicimos lo que se denomina un “Panel”: seguir a los mismos entrevistados a través de sucesivas muestras. Una muestra en el 2011 en la que nos acercamos a 9 mil de aquellos jóvenes censados y, posteriormente, en el 2013 volvimos a contactar a 4.500 que habían sido encuestados previamente en 2009 y en 2011.
Cuando empezamos en el 2009, usábamos cuestionarios en papel. Desde el 2011, estamos implementando encuestas telefónicas, en el caso de los jóvenes que ya no están en la escuela.
En el caso de los estudiantes, para otros estudios, nos estamos acercando con encuestas digitales.
¿Cómo responden los jóvenes a las encuestas?
Vemos algo muy conmovedor, que es el compromiso y la responsabilidad con que los jóvenes responden cada vez que hemos pedido sus respuestas. A veces estamos contactando a jóvenes que ya dejaron la escuela, que hace varios años que no concurren, que tienen compromisos laborales y demás. En general, tuvimos un algo nivel de respuesta.
En el caso de los estudiantes, hemos tenido también excelentes experiencias, con excelentes respuestas, comprometidos. Estamos muy agradecidos a toda la comunidad educativa.
¿Se trata de encuestas anónimas?
No. En el caso de Seguimiento, por definición, no pueden ser anónimas porque necesitamos los nombres para hacer el seguimiento.
¿Cómo se resguarda esa información?
Esa información la recogemos pero de ninguna manera la publicamos, porque cada operativo que hacemos lo enmarcamos en la Ley Nacional de Estadística (N° 17.622). Somos estrictamente celosos con el secreto estadístico y con la confidencialidad de los datos personales.
La información que se publica siempre es información agregada que tiene que ver con respuestas de las características generales de la persona, o de sus trayectorias educativas, incluso de sus visiones sobre la Educación.
Para este año, ¿qué tipos de estudios se están realizando o planificando realizar?
En este momento estamos embarcados en la Encuesta Nacional de Trayectorias Educativas. Es un proyecto que va a tener un desarrollo de tres años. Estamos en el primero.
La idea es que a través de estas encuestas de trayectorias educativas, nosotros podamos dar cuenta de cómo se va produciendo el proceso de retención o no de los estudiantes, a medida que van pasando los años. En el caso de aquellos que las instituciones de Educación Técnica no pueden retener, conocer con mayor precisión cuáles son sus recorridos. Es decir, si van a otras escuelas de otra modalidad o si quedan fuera del sistema educativo.
Todo esto es muy importante en el contexto de una política educativa que ha establecido la obligatoriedad de la escuela secundaria. Es de sumo interés ver cómo la Educación Técnico Profesional, entre sus mandatos, cumple con aquel de sostener la Escuela Secundaria obligatoria. Desde ya que no es la única modalidad. Entonces si esto lo resuelve complementándose con la Secundaria común, vamos bien. Ahora, si esos alumnos que dejan la escuela quedan fuera del sistema, estamos ante un resultado mucho más preocupante.
En este trabajo, la idea es contactarnos con jóvenes de 12/13 años, que están ingresando en la escuela Secundaria, para ver en qué medida realizan su escolaridad, si tienen obstáculos. De la misma manera con jóvenes de 15 años, que están a punto de elegir la especialidad de Secundaria Técnica. Y, finalmente, con los que están afrontando el último tramo de su Secundaria Técnica.
La idea de esta Encuesta Nacional de Trayectorias Educativas, que se lleva a cabo en todo el país en una muestra de 250 instituciones.
Gustavo Álvarez es Licenciado en Sociología, especializado en Demografía Social. El equipo del área de Estudios e Investigaciones es interdisciplinario, cuenta con sociólogos y antropólogos.
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