Elsa Guillermo y Claudia Mónaco son directora y vice de la Escuela de Educación Secundaria Técnica (EEST) N° 01 «René G. Favaloro» de Lobería, Provincia de Buenos Aires.
La institución se inauguró en el 2007 y siempre contó con equipos de gestión diversos que en muchas ocasiones fueron liderados por mujeres. Quizás por ello es que la matrícula femenina ha venido aumentando en los últimos años. «Creo que al ver directoras mujeres, muchas familias eligen enviar a sus hijas a esta escuela técnica», opina Elsa.
Y efectivamente parece ser así porque en este momento cuentan con mayor cantidad de mujeres que de varones en el segundo ciclo de las tres Tecnicaturas que ofrecen: Maestro Mayor de Obras, Electromecánica y Multimedios. Es más, en la primera especialidad, este año se reciben todas chicas.
Las directoras afirman que, con el trabajo diario que se realiza en la institución, buscan demostrar que una escuela técnica no es solo para varones. «Las mujeres están a la par y pueden hacer los mismos trabajos y tener el mismo desarrollo y desempeño que cualquier hombre», considera Claudia.
«Desde la institución siempre damos espacio para la creatividad, para el trabajo en equipo y enseñamos a todos los estudiantes a respetarse como personas,» finaliza Elsa.
La experiencia como testimonio y aprendizaje
Las palabras de Elsa y Mónica son un importante testimonio de los cambios que está atravesando la Educación Técnico Profesional en relación a temas de géneros.
La incorporación de la perspectiva de género es hoy una línea de trabajo prioritaria para el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología a través del INET, y resulta fundamental conocer distintas voces que dentro de la modalidad puedan hacer esto posible.
La necesidad de sortear prejuicios y desigualdades resulta urgente. Derribando estereotipos de género, se busca que las escuelas técnicas sean espacios más amplios, diversos e inclusivos.
Para más información: Equidad de género en la Educación Técnico Profesional