Anabel Edith Loewy es Técnica Superior en Industrias Alimentarias. Gracias al tramo de Formación Pedagógica que realizó, ejerce como docente en la Escuela de Educación Secundaria Agraria (EESA) N° 1 «Dr. Bernardo de Irigoyen» de la localidad de Rivera, en Adolfo Alsina (Provincia de Buenos Aires).
En los años ’90, cuando iba a comenzar su Educación Secundaria, la escuela técnica no era una opción para mujeres. «Muy pocas chicas estudiaban en la escuela agraria…. Era más una formación para varones… En realidad, así era visto por muchos de nuestros padres», confiesa. Por eso, y aunque siempre le interesó la educación agrotécnica, cursó en un Bachiller.
Cuando finalizó, decidió seguir una carrera afín a Química -ciencia que había amado toda su vida. La Tecnicatura Superior en Industrias Alimentarias le permitió estudiar sobre alimentación saludable.
Hoy, como jefa del Área Industria, sus estudiantes elaboran quesos (sardos, cremosos, saborizados), dulce de leche, conservas, entre otros productos «dando valor agregado a la materia prima en origen, respetando las B.P.M y cuidando el medio ambiente», manifiesta Anabel, desde el entorno formativo en el que trabaja: Sala de Elaboración de Lácteos y Sala de Elaboración de Conservas.
Desde su rol como docente y también desde su experiencia en el sector productivo, Anabel alienta a que más chicas y chicos estudien en instituciones de la modalidad. «La Educación Técnico Profesional es un ámbito inigualable para formarse; construir vínculos, valores, aprendizajes, destrezas; potenciar habilidades; vincularse ampliamente con el mundo del trabajo; y prepararse para continuar estudios superiores», asegura. Y, sobre la Educación Agraria en particular, considera que «delinear junto con el sector productivo estrategias de desarrollo rural para producir en condiciones de eficiencia, sin poner en riesgo el medio ambiente, y completar el ciclo productivo agregándole valor a la producción» es un plus que brinda el aprender haciendo.
La experiencia como testimonio y como aprendizaje
Las palabras de Anabel Edith Loewy son un importante testimonio en primera persona de los cambios que atravesó y está atravesando la Educación Técnico Profesional en relación a temas de géneros, y aportan una mirada fundamental que revindica a la mujer en la técnica.
La incorporación de la perspectiva de género es hoy una línea de trabajo prioritaria para el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología a través del INET, y resulta fundamental conocer distintas voces que dentro de la modalidad puedan hacer esto posible.
La necesidad de sortear prejuicios y desigualdades resulta urgente, y desde el Ministerio se impulsa desterrar la histórica idea de que “la técnica es para varones”. Derribando estos estereotipos de género, se busca que las escuelas técnicas sean espacios más amplios, diversos e inclusivos.
Para más información: Equidad de género en la Educación Técnico Profesional