El 3 de junio de 1944 se crea la Comisión Nacional del Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP) por iniciativa del entonces secretario de Trabajo y Previsión, coronel Juan Domingo Perón, luego ratificada y reforzada con su relanzamiento en 1946 durante su gestión de gobierno a partir de la promulgación de una Ley Nacional.
En un contexto internacional de crisis económica y signado por las guerras mundiales, el desarrollo de la industria nacional representó un desafío para el Gobierno Argentino, del cual los trabajadores resultaron ser actores claves.
Se instala entonces, en el mundo del trabajo, un giro conceptual sobre el trabajador. De aquí en más, será considerado como la persona que pone en acción conocimientos, saberes y creatividad para la generación de los bienes y servicios que requiera la comunidad, asumiendo una elección autónoma sobre el campo laboral y/o profesional de desempeño.
En este sentido, el trabajador ya no es un engranaje de la máquina sino un actor fundamental en la actividad que despliega, lo que implica una necesaria consideración de derechos y responsabilidades para el ejercicio de los cuales demanda formación.
Con el transcurso de los años, la Formación Profesional adquiere entidad y relevancia en los procesos de institucionalización creciente de la Educación Técnica Profesional en tres momentos: la creación del Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET), el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) y la promulgación de la Ley de Educación Técnico Profesional 26.058.
Hoy, la Formación Profesional es considerada la oferta del sistema de la Educación Técnica que con mayor celeridad da respuesta a las necesidades de los trabajadores y de los sectores socio-productivos, tanto para la formación inicial y la formación continua de especialización y actualización tecnológica de los primeros, como para promover innovaciones en los segundos.
En las instituciones de Formación Profesional de todo el país, diariamente miles de jóvenes y adultos concurren a los Talleres en los que son orientados por los Instructores para alcanzar el desarrollo de las capacidades que les permitirán desempeñar su actividad laboral y/o profesional con eficacia en el ejercicio pleno de sus derechos.
Por ello, la Dirección Nacional de Formación Profesional saluda a todos los trabajadores de la Formación Profesional -estudiantes, instructores, directivos y personal de las instituciones- para celebrar esta tarea que nos dignifica.